domingo, enero 22, 2006

Casi casi en la cima de mis sueños

Es factible en nuestro país abrir las mentes de los lectores para que imaginen los hechos y los hagan parte de su vida, que reaccionen ante la realidad y sientan que son capaces de transformarla con pequeñas acciones, aunque no sean publicitadas. Es así, el periodismo puede gatillar esos sentimientos y pensamientos, además de lograr que mentes distraídas y absurdas enfoquen su atención en el entorno y no sólo en su realidad, aquella que ni siquiera comprenden del todo.
Agosto de 2005


Con las hojas del otoño han huido mis lamentos
y la lluvia se ha encargado de rebasar mi corazón con alegrías...
y aunque mis dientes permanezcan apretados
por las mariposas de mi estómago y los susurros en mis oídos
mis pensamientos aún tienen su rumbo definido.
17 de julio de 2005

No basta con mirar hacia el futuro y respirar
se debe correr hacia él, saltando todos los obstáculos...
no debemos pasar bajo ellos.

Ahí va, en su bicicleta
con los ojos brillantes
tratando de entrecerrarlos
para que el diafragma de sus ojos
logre que el zoom de su mirada
capte el objeto más ínfimo que se pierde en el horizonte.
Y esa sonrisa, refleja alegría
una alegría que a momentos es casi imposible,
pero que ahora se puede
porque mientras avanza en su carroza veloz
el viento acaricia sus pensamientos
y lo hace olvidar por un momento
que su futuro es más bien incierto
Al hombre de la bicicleta de Antonio Varas
17 de agosto de 2005
Manos un tanto dolorosas e inquietas, el escribir la obsesiona pero también la cansa.
A veces está dubitativa
y no sabe si acudir a ese salón donde los oídos son sordos y las voces desean alcanzar un alto con sus cuerdas vocales.
Pero sabe que es la última oportunidad, no puede darse el lujo de dar vuelta atrás
porque el camino que más adora está por terminar,
el Periodismo es su pasión y sabe que es capaz de superar las expectativas de ella misma,
pero esas voces constantes e incoherentes la cansan
y a veces ha estado a punto de bajar los brazos
de no sellar el camino al que debe optar cuando entra al salón y pone sus ojos en el pizarrón, los cuales muchas veces se desvían...
... Hace a un lado la cortina y fija su vista en un árbol,
ese que gracias al viento suele danzar constantemente.
19 de agosto de 2005

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