lunes, noviembre 14, 2005

El final de mis memorias

Hay cadenas que te amarran a la desgracia.
Hay cadenas que desde el corazón están atadas.
Hay cadenas que hieren el alma porque la aprisionan
y ni siquiera los gritos pueden ser escuchados.

El dolor cala profundo en mi interior
las lágrimas han vuelto a tocar las puertas de mi alma.
Los dioses no me han oído desde que dejé de mirarlos y no tengo a quien acudir.
La vida se está escapando entre los dedos de mis débiles manos.
Mi alma no quiere seguir luchando y mis pensamientos atormentan mis noches,
incluso cuando Morfeo me tiene en sus brazos.
La tristeza se ha vuelto una penumbra que no deja que ni las luciérnagas puedan guiar mis pasos.
Necesito una mano fuerte que apriete con fuerza mi vida,
porque yo no puedo sostenerla por un segundo más.
Pareciera que mis días están destinados a ser rigurosamente tristes;
no sé si es por mi causa o porque la natura lo quiere así.
La gente pasa frente a mi subiendo hacia la cumbre de la "Muela"
yo los veo mientras descanso involuntariamente bajo un sauce llorón.
La vida se escapa entre los dedos de mis manos débiles y mis brazos no pueden sostener la careta de sonrisas
que esconden la verdad que me embarga.
Jueves 13 de noviembre de 2003
Chao sol, adiós mar
Sólo Dios sabe lo que siento al ver tanta majestuosidad
El corazón se estremece en mi interior cuando veo esta preciosura de paisaje.
Pero... pese a que aún admiramos el mar,
Vienen hacia mis ojos, pálidos edificios y sombríos rostros.
Más el mar estaba tranquilo
Y eso me hace sentir un gran silencio.
No escucho nada, no veo nada y escucho música
que parece llevar el ritmo del mar.
Los botes se internan en el océano para remar,
el saxo se siente junto al cielo,
La dulzura de las voces se escuchan en el viento.
El mar está solitario; no hay rocas, no hay olas, ni gaviotas, no hay orilla, ni arena, no hay sol.
Escrito el 29 de enero de 2004
pero nacido en agosto de 1998
Sonidos
recuerdos
pesares
amigos
olores
sabores.
Todo, todo me causa dolor y amor
todo lo que es vida me trae recuerdos que aunque quiera borrar
no serán quitados de las páginas que alberga mi alma.
25 de abril de 2004
Quizás estas páginas hayan sido más cortas
pero mi vida estos últimos dos años
no ha sido muy larga en calidad
he vivido un profundo cambio
creo que más del que sufrí durante la adolescencia.
He sufrido más que en el tiempo de adolecer.
Mis días y mis pensamientos han tenido más conflictos que los que tenía al pelear por las muñecas.
Hoy, siento una gran nostalgia al haber leído cada uno de estos poemas, mas mi vida está encontrando su rumbo, la luz está volviendo a brillar en mis ojos y creo que los dioses nunca me dejaron. Fui yo quien no quería verlos, por conveniencia.
Casi todo ahora tiene un sentido, aunque la vida siempre será un misterio, mi vida siempre será el misterio para mis pensamientos.
No quiero llorar en este instante, aunque no sé si es de tristeza, de alegría, o por la nostalgia que me persigue cada día.
Ese hombre, al que nombro a cada instante en estas hojas muertas, sigue en mi vida aunque no lo quiera. Pero sigue como un fantasma que arrastra sus cadenas al lado de mis oídos y pese a que ya no lo miro, sí atormenta mis recuerdos y mi corazón cada vez que se hace presente.
Quizás ésta ha sido la más larga despedida, pero siento que con esto culmina una etapa, la etapa de la incertidumbre, de los sin saberes y de los permanentes sin sabores de la vida.
No quiero despedirme sin antes decir que agradezco la tecnología, porque me permite escribir sin que mis ideas se vean obstaculizadas por el cansancio de mis dedos.
Adiós y hasta pronto... 2003

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